Si tuviste un mal día
Si tuviste un mal día o sientes que se derrumba esa fortaleza que te caracteriza... date permiso en derramar las lágrimas contenidas. Pues para saciarte de alegría, primero tienes que vaciar ese dolor, ya seas hombre o mujer. Sin olvidar que antes de pertenecer a un género, somos humanos y nadie está excento de sentir. A final de cuentas, al desahogar el llanto, que tarde o temprano busca una salida, permitirá depurar lo que perturba en tu interior.
Se vale! que mañana será otro día. El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.
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